Bandipur, a little village (120 inhabitants aprox.) in the mid-western region of the country was to be the scenario of the game. Razz -one of my friends at he Panoramix restaurant in Pokhara- had spoken to me about the beauty of the place which is a common destination for local honeymooners.
The game started travelling like most young Nepalis do, on top of the rusty public buses. I hoped on and off up to four times to cover the 130 km of sneaky roads that separate Chitawn National Park and Bandipur.
So there was I, seated at the kitchen's table trapped amidst family members and looking scared how Sun transported the malicious entity towards me. I didn't want to be rude. I tried to find an excuse that would save me from my uncertain destiny as hard as I could but it was hopeless, my mind had run off and it was miles away by then! I tackled the beast starting by the rice. Plain rice is safe, everybody knows that. Then I turned to something yellow and green that looked like a mix of potatoes and vegs. Safe territory. Then the last two cables, the hot and the cold, the red and the green. Based on MacGyver's experiences I assumed that only one of them would deactivate the bomb. Fatal error, there is no cold cable when it comes to Nepali dal bhat! A minuscule load of the redish substance unleased a terrible storm in my mouth. I cried, hell I did. All the family members looked at my red sweaty face and laughted at once. God damnet you dal bhat I thought! Game Over.
Tras 5 semanas en Nepal se puede decir que mas o menos ya sabia como funcionaban las cosas en el pais. Por este motivo decidi que mi siguiente reto seria tratar de vivir como vive un nepali durante algunos dias. Con esto en mente comence el juego cubriendo los 130 km que separan el Parque Nacional de Chitwan y Bandipur (un pueblo remoto que escogi como escenario de mi desafio) subiendome al techo de 4 autobuses publicos. Asi es como viajan los jovenes nepalis, ahorrando dinero y disfrutando de las vistas y el aire fresco de las montanas. Cuando llegue al pueblo confime lo que me habian contado mis amigos nepalis, el sitio era precioso. Empece a llamar a las puertas de las casas que tenian buenas vistas del valle, asi hasta que tope con Suram, un hombre de unos 30 anos que entendio cuales eran mis intenciones: pasar unos dias viviendo con la familia. Suram me enseno el pueblo, el molino/prensa/desbrozadora (?), las escuelas, como construir mi propio palo para cazar serpientes y una cueva cercana. Y asi llegamos a la ultima noche, la noche que aboradaria el desafio final. Este desafio final no era otro que el plato de comida tradicional llamado dal bhat. Este plato combina vegetales, patatas y arroz entre otras cosas. Todas con distintos matices pero con un denominador comun: son tremendamente picantes. No es broma, una semana antes mi estomago habia estado proyectando un dal bhat envenenado por los dos extremos del aparato gastrico durante mas de 30 horas! En fin, alli estaba yo, sentado a la mesa de la cocina rodeado de los miembros de la familia y mirando horrorizado como el padre me acercaba mi racion. No queria ser maleducado asi que no me quedo otro remedio. Empece con el arroz, a lo seguro. Luego me la jugue con una mezcla amarilla y verde que parecian patatas y vegetales: terreno firme, sin problemas. Por ultimo me quedaban dos cosas, una verde y otra roja. Basandome en las ensenanzas de McGyver me decante por la roja (todo el mundo sabe que el cable rojo es el que desactiva la bomba en las peliculas). Lamentablemente aquella bomba no tenia sistema de desactivacion. Un timido bocado y booooom, una explosion de lagrimas. Toda la familia se giro para verme pasarlas canutas bebiendo agua. Risas generales. En fin, es lo que tiene jugar a ser nepali sin serlo!
2 comments:
Es genial ver que siempre encuentras un salón donde quedarte
Hahaha, si, pero al menos esta familia se digno a ofrecerme comida gratis.
X cierto, bienvenida elitosis!
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