

In conclusion Sydney is just how I imagined it in my mind, a pretty laid-back major city where even bats and dogs know how to enjoy the sun!
Sydney me devolvio a mis sandalias de dedo por unos dias. Cielos despejados y 22 graditos de media que hacian las delicias de patateros, murcielagos y perros por igual. Mi paseo rutinario para familiarizarme con el entorno me llevo a traves de los jardines botanicos hasta el puerto de Sydney y de alli -por arte de magia- al txoko de mis tios en Marauri. Me explico, creo que todos asociamos de manera automatica la imagen del puerto de Sydney a la hora de comer del 31 de Diciembre, cuando el telediario -con poco que contar- se recrea en imagenes de miles de personas dando la bienvenida al nuevo ano en Sydney. Pues si, ahi mismo estaba yo, mirando embelesado al mitico puente y sobretodo a la Opera de Sydney. Aun sin los fuegos artificiales la panoramica es increible.
Vistas aparte, lo mejor de mi visita a Sydney fue reencontrarme con mi amiga Scarlett. Por casualidades de la vida esta barcelonesa y yo hemos coincidido en tres paises en menos de un ano. Hace casi un ano celebramos nuestra fiesta de despedida conjunta en Holanda, donde yo estudiabamos/trabajamos. Meses mas tarde coincidimos en Pushkar (India) el mismo dia, pero por desgracia para cuando me entere era demasiado tarde. Finalmente, dias ants de llegar a Sydney, me entere de que Scarlett estaba en la ciudad en mitad de sus viaje por Australia asi que no dude en pegarle un toque. Al placer de encontrarse con un viejo amigo he de sumar las charlas superinteresantes sobre la arquitectura de la ciudad (Escarlata es arquitecta, y buscar curro, por cierto). Ademas esta conocedora de Sydney me enseno las legendarias playas de Bondi y Mandy, dos delicias a menos de media hora del puerto.
En conclusion Sydney no ha defraudado mis expectativas, una gran ciudad.
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